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La sensación más común al pensar en el malestar estomacal son las náuseas. Las náuseas algunas veces pueden anteceder a los vómitos y actuar como una señal de que se podrían producir vómitos. Si bien estas sensaciones/acciones no son agradables, tanto las náuseas como los vómitos funcionan como una medida protectora de su cuerpo, con la principal finalidad de eliminar las toxinas ingeridas o algo que el organismo considere como "malo para nosotros".
Las náuseas son sumamente comunes; en los estudios, más del 50 % de los adultos reportaron al menos un episodio en los últimos 12 meses. Las mujeres reportan sensación de náuseas tres veces más que los hombres. De acuerdo con las investigaciones, cada persona tiene un límite diferente que puede cambiar de un día a otro. En otras palabras, algunas personas pueden soportar mucho antes de sentir náuseas, mientras que en otras personas la reacción se desencadena fácilmente.
Muchas partes de nuestro cuerpo intervienen en el proceso de sentir náuseas: el sistema nervioso, en concreto, la parte que es automática, también conocida como sistema nervioso autónomo, el mismo estómago y nuestro sistema endocrino o de control hormonal. El sistema nervioso responderá a algo que no es bueno para nosotros.
Por ejemplo, si accidentalmente comemos un pedazo enmohecido de fruta, el sistema nervioso le indicará a la boca que comience a producir saliva. Detendrá el proceso digestivo y quizá nos haga palidecer o incremente nuestro ritmo cardíaco. Todos estos pasos preparan al cuerpo para eliminar la fruta mohosa a fin de que no nos dañe. Curiosamente, nuestro estado emocional también puede activar el sistema nervioso. Se producen hormonas a partir de nuestros pensamientos. Por ejemplo, si vemos que alguien vomita en la TV, esto puede hacer que también sintamos ganas de vomitar.
Otras causas de las náuseas incluyen a las hormonas durante el embarazo. Una hormona específica llamada vasopresina controla los niveles de fluidos en nuestros cuerpos. Esta hormona a menudo incrementa las náuseas y/o los vómitos. La cinetosis o mareo por movimiento es otra causa de las náuseas y se produce por la desconexión entre un sistema sensor en nuestros oídos y nuestro cerebro. A menudo, una de estas partes del cuerpo no sabe que nos estamos moviendo y las náuseas o vómitos son una señal de confusión dentro del organismo. ¡Imagine que su pie comenzara a moverse sin que usted sea consciente de eso!
Asimismo, muchos nervios sirven para mover los alimentos dentro del sistema digestivo. Estos nervios envían señales al sistema digestivo indicándole que los músculos deben contraerse. Algunas veces, durante los mareos o el embarazo, estas señales ocurren en momentos inadecuados, causando arritmias. Estas contracciones inoportunas del estómago pueden causar náuseas o vómitos.
Puede controlar las náuseas de muchas maneras, como, por ejemplo, usando medicamentos o evitando los factores desencadenantes. Por ejemplo, los medicamentos como los antihistamínicos pueden controlar los mareos dependiendo del factor desencadenante mientras que los antibióticos pueden combatir las infecciones. Evitar los alimentos descompuestos o los viajes en barco podrían ser maneras adicionales de prevenir las náuseas si estos son sus factores desencadenantes. Asimismo, usted puede controlar la náuseas de forma natural, como, por ejemplo, con el jengibre.
El jengibre, o Zingiber officinale, es uno de los condimentos más usados en el mundo. Esta especia pertenece a la misma familia de plantas que la cúrcuma. El rizoma o raíz de la planta de jengibre almacena las cetonas como el gingerol, provocando varios efectos fisiológicos en el cuerpo.
El uso del jengibre se remonta a hace 5000 años en las tradicionales preparaciones de "tónico de jengibre" de India y China con notable uso en el Imperio Romano e Inglaterra. El jengibre ha sido usado de manera tradicional por miles de años para controlar los síntomas de la migraña, resfriados, artritis, presión arterial alta y náuseas.
Entre las formas utilizables de jengibre están la fresca, secada, en polvo, confitada y cristalizada. Cuanto más tiempo se espere para cosecharlo, más penetrante o característico será el aroma Para usarlo como polvo o aceite, la forma más común para los suplementos, se sugiere que la cosecha se produzca a los nueve meses a fin de maximizar la concentración de gingerol.
Varios estudios han confirmado que el jengibre y sus metabolitos (compuestos resultantes de la descomposición del jengibre por parte del cuerpo) suelen concentrarse en el sistema digestivo. Así que tiene sentido que el jengibre tenga un efecto positivo sobre el estómago. Además de su capacidad para reducir las náuseas, este también tiene propiedades antioxidantes. Esta planta también puede fomentar la división celular saludable y mantener niveles saludables de inflamación.
El uso más popular del jengibre es para combatir los síntomas de las náuseas y evitar los vómitos. Algunos estudios han mostrado que este remedio herbal es tan efectivo como los medicamentos de venta libre contra las náuseas. Una vez que es ingerido, este se descompone y expulsa el gas que se acumula en los intestinos. Ese podría ser uno de los motivos del malestar estomacal.
Asimismo, los estudios preclínicos realizados en animales han mostrado que el jengibre puede prevenir la irritación estomacal causada por el ácido gástrico y el alcohol. Un compuesto llamado ácido gingesulfónico, hallado en el jengibre, es el responsable de esta característica protectora.
Otros estudios han mostrado que el jengibre puede estimular el vaciado gátrico (del estómago) y las contracciones de los músculos en el sistema digestivo. Esta acción puede aliviar la sensación de "estómago demasiado lleno".
El jengibre puede prevenir la cinetosis o el mareo por movimiento, y algunos estudios muestran que es más efectivo que los medicamentos de venta libre contra el mareo. El jengibre inhibe a los receptores de serotonina y tiene un efecto directo sobre el sistema gastrointestinal y el sistema nervioso central. El jengibre también evita las náuseas y vómitos que se observan durante el embarazo.
El jengibre está disponible en muchas formas distintas, así que encontrar un sistema de suministro para cosechar los beneficios de esta potente hierba es relativamente sencillo.
Los aceites esenciales son derivados naturales de las plantas aromáticas. Estos compuestos se remontan a hace más de 1500 años. La composición del aceite esencial depende de una serie de factores, incluyendo el método de extracción y la fuente botánica. El aceite esencial de jengibre puede trabajar de diversas maneras, entre ellas, como agente de aromaterapia, que se basa en los olores o aromas de los aceites esenciales como terapia de apoyo.
Los estudios respecto al uso del aceite esencial de jengibre para tratar las náuseas postoperatorias han arrojado resultados positivos. En un estudio, los investigadores analizaron el efecto al usar aceite esencial de jengibre y un placebo. Durante el mes en que recopilaron datos, ellos aprendieron que inhalar el aceite esencial de jengibre como una forma de aromaterapia redujo considerablemente las náuseas y vómitos en comparación con el placebo.
Las cápsulas de jengibre probablemente son la forma más usada de jengibre. El encapsulado brinda un incremento en la biodisponibilidad del jengibre activo. El recubrimiento de la cápsula permite una liberación controlada sobre una zona específica del sistema digestivo.
Los estudios que analizaron la compatibilidad y efectividad del jengibre encapsulado en las mujeres embarazadas han sido prometedores. Un estudio analizó a mujeres con 13 a 15 semanas de embarazo que sufrían de náuseas y vómitos. El jengibre fue efectivo para reducir el número de veces que las mujeres vomitaban y la severidad de sus náuseas.
El té de jengibre ha sido usado en la medicina tradicional china para controlar el dolor estomacal y una variedad de síntomas, entre ellos, las náuseas y los vómitos. A menudo, muchos síntomas tienen su origen en una respuesta inflamatoria incrementada en el cuerpo. Este fenómeno protector natural puede dañar accidentalmente y alterar los procesos fisiológicos normales en el cuerpo, especialmente en el tracto digestivo.
En los estudios se ha observado que los extractos de té de jengibre regulan a la baja las respuestas inflamatorias y las sustancias químicas llamadas citoquinas en el cuerpo. Esto da lugar a un mejor funcionamiento del organismo y del sistema gastrointestinal.
Un sistema de suministro más reciente para el jengibre adopta la forma de una gomita o masticable. Estos productos brindan un sabor a jengibre cálido, penetrante y de mayor duración. Los estudios han mostrado que esta forma de suministro es efectiva para controlar los síntomas de los mareos por movimiento.
Si bien el malestar estomacal es muy común, felizmente, puede haber una ayuda natural con el uso del jengibre.
Referencias:
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